CUERPO:

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Tomamos contacto con nuestra experiencia somática buscando establecer un registro corporal de seguridad que afiance nuestra base psíquica, corporificando la conciencia.

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EMOCIÓN:

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Trabajamos en el registro de nuestras emociones encontrándonos con la sabiduría del corazón, logrando inteligencia emocional y experimentando amor propio y relacional.

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MENTE:

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Entrenamos la atención y focalización, habilitando nuestra creatividad y accediendo a las capacidades sutiles de la conciencia.

Trabajamos en el manejo del estrés y ampliación de creencias, así como en el desarrollo de las potencialidades de la mente superior.

 

ESPÍRITU:

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Accediendo a estados de ampliación de conciencia, habitamos la conexión álmica con presencia, intuición, inspiración, compasión, amor incondicional, integrándonos y uniéndonos por el bien común.

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Trabajamos con el trauma y los formatos de apego, sanando las heridas, tanto personales como ancestrales y colectivas, integrando nuestras sombras para permitirnos SER.

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Nuestro enfoque apunta a habitar paz y bienestar integral.